La vía intraósea se utiliza cuando la vía periférica es inaccesible o muy dificultosa y hace falta tiempo, por eso las emergencias extrahospitalarias son el ámbito donde más se utiliza. Este tipo de vía es rápida y eficaz en la infusión de drogas, derivados sanguíneos y toma de muestras bioquímicas. A pesar de lo que puede parecer este tipo de vía es de fácil acceso ya que existen dispositivos pequeños y sencillos para canalizarla.
Esta vía está indicada como hemos dicho para emergencias como la parada cardiorrespiratoria, shock, anafilaxia, ataques epilépticos, grandes quemados, obesidad, politraumatizados, etc. Actualmente está indicada como segunda opción de acceso después de la vía periférica y antes de la endotraqueal, por eso es una opción a tener en cuenta por el profesional enfermero.
En este acceso se inserta una aguja a través del hueso a la médula ósea, el material suele ser una aguja de punción intraósea que puede estar acompañada de un dispositivo automático para la inserción. El lugar de inserción depende de la edad de la persona pero puede administrarse en la tibia proximal en el radio, cúbito distal, esternón y la espina ilíaca.
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