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sábado, 19 de noviembre de 2016

La Enfermería y su papel activo en la violencia de género


Los profesionales enfermeros estamos preparados para entrevistar y hacer exploraciones físicas a nuestros pacientes para diagnosticar problemas que comprometan el estado de salud. Además entre otras muchas cosas estamos cualificados para detectar en nuestros pacientes síntomas y actuar ante éstos para solucionarlos por lo tanto estamos preparados para tomar un papel activo ante la detección y atención de la violencia de género.


La violencia de género es un problema de salud pública porque es una de las principales causas de traumatismos y muertes de mujeres en nuestro país.


Para poder diagnosticar este tipo de maltrato la enfermera debe poner especial atención en las mujeres que acuden de forma asidua a la clínica y establecer una relación de confianza profesional-paciente para que este diagnóstico sea más fácil de elaborar. Para abordar este tipo de problemas necesitamos herramientas metodológicas para que la intervención sea más simple y que el impacto emocional no afecte al equilibrio de los profesionales.

Los servicios sanitarios desempeñamos un papel crucial con estas mujeres ya que tenemos la capacidad de prestar las necesidades multidimensionales que la mujer maltratada requiere con diversos profesionales como enfermeras, trabajadores sociales, psicólogos, matronas, fisioterapeutas, etc. La detección de la violencia de género supondrá la ruptura del silencio, un gran paso para la visualización del problema. Para esto la OMS recomienda que el personal sanitario no tenga miedo a preguntar y que se realice una escucha activa. 

Para manejar el diagnóstico de la violencia de género como hemos dicho necesitamos herramientas metodológicas como protocolos establecidos por el ministerio de sanidad que podréis consultar si pinchaís aquí. Por último debemos recordar que actuar contribuye a la resolución del problema y a desacreditar los mitos que existen sobre la violencia de género, no tengas miedo a no saber actuar ya que el simple hecho de escuchar es un acto terapéutico, después de escuchar se puede descubrir cómo ayudar.



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