Actualmente aumentan la demanda por los partos respetados, humanizados, no patologizados, etc. ¿Es esto una tendencia? ¿Son las madres actuales más exigentes?. Este tipo de demanda corresponde con un aumento de la violencia obstétrica generalizada en la atención de las embarazadas y parturientas.
Según Venezuela, el primer país del mundo en definir esta violencia en su Ley, la violencia obstétrica es 'La apropiación del cuerpo y procesos reproductivos de las mujeres por personal de salud, que se expresa en un trato deshumanizador, en un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de la autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad, impactando negativamente en la calidad de vida de las mujeres.'
En nuestro país las mujeres también sufren violencia obstétrica cuando no se atienden de forma oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas, cuando se le obliga a la mujer a parir en posición supina si existen medios para realizar un parto vertical, si se obstaculiza el apego precoz del bebe con su madre sin causa justificada, alterar el proceso natural del parto de bajo riesgo sin consentimiento, etc. En resumen, cuando a la mujer no se le permite desarrollar y terminar el proceso de la maternidad en un ambiente respetado y de acuerdo con sus deseos si es posible.
La maternidad es un proceso natural y muy deseado por la mayoría de las madres, el nacimiento de un hijo es una fecha que quedará marcada en el calendario de los padres de por vida y por eso como profesionales enfermeros debemos procurar que a la hora de atender a las mujeres embarazadas o parturientas se sigan sus derechos y deseos en la medida de lo posible para lograr un parto respetado con la consecuente satisfacción y buena experiencia de la madre tras la intervención.
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